domingo, 9 de enero de 2022

LA CIUDAD QUE NUNCA DUERME, NI YO TAMPOCO.







Estoy en un departamento sentada pensando sobre mis sentimientos y es curioso porque estoy en una ciudad que nunca duerme y no me había dado cuenta. Justo ahora, me encuentro sentada en el comedor de una casa en la que apenas tengo dos días de habitarla y a mi lado izquierdo se encuentra esta ventana gigante, bueno, quizás no gigante, pero si de un tamaño razonable para poder apreciar la vista; luces y mas luces, de todo tipo: blancas, amarillas, rojas y azules, inclusive naranjas y verdes es como si la ciudad entera fuera mi propio árbol de navidad por las noches ¿No es acaso increíble? 

Es algo curioso, justo terminamos la temporada navideña, mañana por ejemplo es el cumpleaños de mi papá, el día de los reyes magos, así que en teoría, la época en donde las luces adornan la ciudad está casi por concluir, sin embargo, cada noche, la ciudad será mi propio árbol de navidad, para mí, que tanto amo las fechas decembrinas, los abrigos calientitos, los abrazos cálidos, las palabras reconfortantes, los buenos deseos, las metas por cumplir y los hallazgos cerrados. Son fechas que tienen sabor a chocolate caliente o café por la mañana. Y justo ahora, que me encuentro sentada aquí, enfrente de mi computadora, con el pijama puesta, los calcetines que fingen ser pantuflas, el maquillaje casi inexistente y una ventana con una vista espectacular, me doy risa. Yo aquí pensando un poco sobre esto y aquello y de repente me doy cuenta que mi ciudad nunca duerme. 


El motor de los carros se escucha en el exterior de las tantas paredes que conforman mi nuevo hogar y me cuestiono qué es lo que las personas que manejan esos autos ruidosos a las 2:00 de la mañana deben estar pensando. ¿Estarán cansadas por un día largo en el trabajo? Estarán preocupados por algún tema? ¿Se encontrarán a una persona importante? ¿Manejaran sin rumbo fijo? ¿Qué pensaran todas esas personas mientras estoy aquí sentada escribiendo esto? Que mientras escojo letra por letra para conformar el párrafo el que tú ya terminaste de leer  y que, mientras sigo escribiendo sigo pensando un poco sobre mi... ¿Qué pensaran esas personas allá afuera mientras yo, en mi pijamas me cuestiono qué es lo que haré de ahora en adelante? ¿Qué fue lo que falló esté año que termino y por qué muchas veces mirando mis recuerdos en retrospectiva me siento tan sola?


La ciudad brilla y quiero brillar junto con ella, quiero ser una farola caminante para las personas que me rodean y así mismo, quiero ser mi propia fuente de luz.


Esta vez ya lo decidí. Me enfocaré cada día en mi presente y disfrutaré todo: La luz, la oscuridad, la comida, la compañía, la soledad, el sonido, el silencio y le daré el peso que se merece a cada cosa. 


Creo que algo que nos falla a muchas personas (para no hablar de generalidades) es, que nos enfocamos todo el tiempo en el pasado o en el futuro, sin darnos cuenta que esté momento es el más importante de todos. Tan importante, como para saber que mientras me lees, cada segundo estás muriendo, incluso yo, ahora mismo estoy muriendo. Cada segundo es un segundo menos y no, nos damos cuenta porque nos creemos infinitos y adivina qué, no somos eternos. Esta vez, haré como si fuera mi última vez y le daré el peso que se merece a cada cosa o, aun mejor, como si fuera mi primera vez en todo, seguro esto lo hará más emocionante de lo que realmente puede ser, porque este momento es nuestro único momento. Quizás, si no lo viera de esa manera, hubiera tardado más en darme cuenta que la fuente de energía de mi refrigerador se escucha más al estar todo en silencio por las noches, que a pesar de la hora, un pájaro canta a fuera de mi casa, que los carros resuenan como eco allá a lo lejos, que el teclado suena como música justo ahora que las presiono tan rápido y tan fuerte para no perder el hilo de mis pensamientos, que mi piel roza con lo afelpada de mis pijamas, que mi cabello caes sobre mi cara y que mi respiración se hace tenue a estas horas de la madrugada.


Me pregunto en este momento, qué fue lo que me falló en el año que recién terminó. ¿Por qué se me rompió el corazón tantas veces? ¿Por qué permití que alguien me faltara al respeto? ¿Por qué no viaje más? ¿Por qué no comencé a ir a terapia para hablar sobre mis emociones? Claro, no todo fue malo, hubieron momentos reconfortantes, donde el corazón casi me explota, hable cuando algo me pareció injusto, viaje en buena compañía y de vez en cuando alguno de mis amigos me consoló en mis peores días intentando interpretar al mejor psicólogo. Sin embargo, creo que puedo hacer mas por mi esté año y sé, que tu también.


La vida es confusa y difusa, compleja y al mismo tiempo tan sencilla, solo se trata de accionar y responsabilizarse de cada decisión que tomes, sea buena o no lo sea o quizás, ni siquiera sabes a donde te lleve, pero así es esto de tomar decisiones y no quedarte con los brazos cruzados esperando a que algo extraordinario pase.


La vida no debe ser utópica, habrá días malos y días buenos. De los buenos es tan sencillo como simplemente disfrutarlos y vivirlos, de los malos, bueno, es algo ya más complejo. 


‘’Deja que tu cabello caiga mojado y siéntelo. Seguro encontrarás situaciones inesperadas en la vida. Aunque uses paraguas, terminarás empatad@. Levanta las manos y recibe la lluvia’’. 


Esta frase la vi en una serie que justo ahora pause (te dejo el nombre por si te interesa: ''El amor es como el chachachá'') La vida es así, basta ya de utopías, la realidad va de arriba, abajo, da la vuelta, de un lado, a la izquierda, del otro lado, a la derecha, abajo y arriba, al centro y de repente en línea recta. Y justo esto, es lo que la hace tan jodidamente perfecta.


Las cosas que importan, al final no son cosas. Hoy decido cuidarme, amarme, respetarme, valorarme, atenderme, chiquearme, consentirme, regañarme y exigirme. No hay más. Espero que tu también lo pongas en práctica y a finales del año podamos compartir qué tal nos fue. ¿Qué fue lo que te funcionó y qué no? Seguro tendremos algo interesante que aportar, ya lo verás.


Hoy decido que esté año sea ''EL AÑO''. Toma rumbos diferentes de vez en cuando y si lo necesitas, vuelve a tu sitio seguro, pero salte de él cada tanto. A veces, perder el equilibrio es parte de una vida equilibrada, habrá cosas que estarán fuera de nuestras manos, muchas otras en donde podremos tener más control de esa o aquella situación, no desesperes, calma. Prometo que todo irá bien. Te tienes a ti y aunque lo dudes, es suficiente. Cada año te traes hasta aquí, aun con las situaciones difíciles que en ocasiones se te presentan y aun así, siempre logras volver a sonreír.


Empieza a escribir en la terrible y espeluznante hoja en blanco y si ese día no puedes terminar, comienza al día siguiente y así sucesivamente. Hasta las canciones tienen una pausa entre canción y canción, para que el cantante pueda respirar, o bien, para que el disco que estas escuchando tenga esa pauta en la que de alguna forma te avisa que cambiara de canción al finalizar la que estabas escuchando.


Ten pausas, después continúa, no hay prisa.


Esté año no te deseo utopías y carmesí. Deseo que te dejes sentir, que vivas y disfrutes la realidad que te toque vivir. Que abraces tus miedos y los afrontes, que vivas tus penas y goces de tu alegría, que ames tu amor y sanes el desamor. Te deseo que te encuentres y seas tú o vuelvas a serlo.


Este año, te deseo ______ inserté aquí petición. Y que se vuelva realidad (trabaja en él, de ser necesario).


Pd: Te quiero, feliz vida, feliz año.


jueves, 31 de diciembre de 2020

2020






¡Vaya año! ¿cierto?

Cada cierre de año me apetece escribir dando las gracias por lo vivido y aprendido. Sin embargo, esté año por motivos personales dude en hacerlo. En un momento de reflexión y un tanto inmersa en mí, decidí que el año lo ameritaba, así que bueno, aquí voy…

Sé que la vida de un momento a otro cambio y como todo, nosotros también cambiamos junto con ella. Esa no fue la excepción ni para ti que me lees, ni para mí que escribo. A todos nos llegó la tan inesperada “hora del cambio”. Iniciamos el año pensando, actuando, creyendo y viviendo de una manera completamente diferente a como sé, estamos realizando nuestro cierre de año. Nos vimos forzados a enfrentarnos a nosotros mismos, a aquello que ignorábamos día con día con el pretexto de las ocupaciones que abordaban nuestros días y fue así que nos tocó conocernos.

Tuvimos que enfrentarnos a cada uno de nuestros miedos, angustias, ansiedades, tristezas, melancolías, frustraciones, anhelos, creencias, insomnios, caídas, llantos, risas, locuras, cambios…. Hasta poder reconocer cada una de nuestras caras, de nuestras altas y bajas, de lo que no termina de gustarnos y fue así, que no quedó de otra más que abrazar todo eso y hacernos responsables de nosotros mismos como hacía tiempo que no lo hacíamos.

El 2020 trajo consigo no solo cambios en el mundo, sino que trajo cambios para cada uno a nivel personal. Todos contamos con el mismo número de días a la semana, el mismo número de días por mes y por año y así mismo, todos contamos con el mismo número de horas por día. El cómo aprovechamos ese tiempo, hace la diferencia entre una persona y otra. Este año la vida no se acomodo a nosotros, ni a nuestros tiempos, ni a nuestras formas. Si no, que nosotros nos tuvimos que acomodar a ella. Si hace un año me hubiesen platicado que el siguiente año un virus llegaría a cambiar cada cosa que conocíamos, seguramente los hubiera tachado de locos. Sin embargo, no todo ha sido malo. El tiempo de calidad llego a nosotros como el mejor regalo. Pudimos estar en contacto con nosotros mismos y conocernos mejor en tiempos difíciles, comprendimos que esta bien, no estar bien, aceptarlo y afrontarlo. Pudimos mantener conversaciones internas, algunas buenas y otras no tan tanto. En el mejor de los casos, acudimos a la meditación y de esta manera supimos interiorizar y navegar hacia nuestros adentros. Valoramos más la oración y conectarnos con aquello que nos trae paz interior. Batallamos con nuestros propios monstros, los miramos a la cara y les propusimos que, si lograban llevarse bien con nosotros, podrían lograr grandes cosas juntos.

Así mismo, nos permitimos conocer más a las personas que viven bajo el mismo techo que nosotros y no que antes las desconocieras, me refiero que por las mismas ocupaciones que acaparaban nuestros días, probablemente desconocías aspectos de las personas a las que saludabas a la hora de llegar a casa después de un día ajetreado de trabajo, escuela o cualquier otra ocupación que tuvieras. Valoraste el tiempo con ellos, en algunas ocasiones extrañaste el tiempo a solas y si estabas a solas, estoy segura que en más de una ocasión extrañaste el contacto con tus seres amados.

Este año nos enseñó el valor del reencuentro, el valor del contacto humano. El valor de apreciar a las personas que nos rodean, pues desgraciadamente el 2020 se llevo consigo a varios ángeles de su mano. Aquí me gustaría hacer hincapié, en que es verdad que la vida pasa, que todo cambia, que hoy estas y mañana quién sabe. No te guardes para ti los “te quiero”, no conserves en tu interior los “te amo”, no olvides dar las gracias, olvídate del ego y pide disculpas y discúlpate a ti mismo. No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy. No pospongas las cosas, no está mal aceptar que te equivocaste en algo, esta mal que no lo afrontes y te hagas cargo. Recuérdales a las personas lo importante que son para ti, olvídate de la pena, quizá esta sea tu única vida. Anímate hacer estoy y aquello. Toma agua y permítete uno que otro gusto, esta bien. Has cartas con tu puño y letra, manda correos y mensajes a las personas que quieres. Visita más a tus amigos, enamórate y cuida de ti, permítete enamorarte de alguien más. Dedica canciones, películas, amaneceres y atardeceres. Reconcíliate con ese amigo/a, has las pases contigo. Trabaja mucho y esfuérzate en cada cosa que hagas, como también date el tiempo de tomar un descanso, recuerda, todo se trata del balance. De vez en cuando sal a caminar sin tener rumbo fijo, te sorprenderás los lugares a los que puedes llegar, toma fotos y videos, créeme, de las únicas fotos que te vas arrepentir, son de aquellas que no tomaste. Has ejercicio, aprecia más el cielo, goza de cada estación, de los tiempos caluros, templados, lluviosos, fríos y nevados. Escucha más música de todos los géneros, de verdad, te sorprenderás lo que ocasionan en ti. Ve más películas, las clásicas, las raras, las de moda, las románticas, las de miedo, las de comedia. Lee más, no importa el género, no pares de leer. Escribe, escribe lo que te preocupa, lo que amas, lo que extrañas, incluso, maldice, pero no te olvides de bendecir. Realiza caminatas con tu mascota, sal de paseo con tus amigos y/o pareja, ten tiempo de calidad con tu familia y anímate hacer cosas tu solo. La vida es muy corta y como puedes ver, en cualquier momento cambia lo que crees conocer.

Sé que este 2020 no fue lo que esperabas, quizás fue un año complicado y de grandes retos, quizás no, quizá con todo y su rareza, fue tu mejor año. Como haya sido, se que te llevas grandes aprendizajes contigo. En un año donde todo cambio, hasta aquello que creías conocer, permítete a ti también evolucionar, no te estanques en lo que fue, en lo que no pudo ser, en lo que probablemente será. Bendice lo que es, lo que fue, lo que no fue y lo que probablemente será. Todo pasa, lo bueno y lo malo así que ten confianza en que todo mejora y mejorará. Todo estará bien, cremé. El mejor regalo que tienes es hoy, y si te olvidas de apreciar cada detalle que acontezca en tu único presente que conocerás, te estarás perdiendo de lo maravillosa que es la vida.

Quizás nos perdimos de la primavera y sus variedades de flores, de las jacarandas y los árboles, pero no importa, porque dentro de todo, la primavera se quedo dentro de cada uno de nosotros con todo lo aprendido.

Lo único que me queda por decir es, GRACIAS.

Agradezco el techo y cada rinconcito de mi casa que me vio en mis mejores y en mis peores. Gracias a la comida y las manos que lo prepararon ya que gracias a eso nunca falto en mi mesa. Gracias a las personas maravillosas con quién pude compartir cada comida y cada día. Gracias a las personas que estuvieron cerca estando tan lejos, por el amor y el compromiso de no dejarme sentir sola en días tan complicados. Gracias a los buenos libros, las buenas series, los nuevos idiomas y culturas que sigo aprendiendo día con día. Gracias a la meditación y reflexión. Gracias a la ayuda de un profesional. Gracias a la comida y a las buenas siestas. Gracias al deporte que tantas veces me salvo de tantas crisis. Gracias a los momentos de ocio y a cada uno de los deberes. Gracias por que al fin terminé mi carrera, por compartirla con mis abuelos, mi familia y personas tan queridas por mí. Gracias a los días malos, a los días buenos. Gracias a la salud de mi familia y la propia. Gracias por los recuentros. Gracias por los amigos/as. Gracias a las nuevas oportunidades que se me están dando. Gracias por este año, porque dentro de su rareza se esconde su belleza. Gracias 2020, me enseñaste tantas cosas y a pesar de que de alguna forma me siento diferente en mi persona, te doy las gracias. Gracias por las personas que estuvieron en este año tan diferente, fueron ángeles guardianes para mi y estoy infinitamente agradecida por ello.

Bendigo y decreto que el 2021 será el año de poner en práctica todo lo aprendido en el 2020, a ser más consientes, más humanos, más empáticos y menos ególatras. Deseo para ti que me lees, que te encuentres y que encuentres el hogar y paz que necesitas en ti mismo, para que solo así puedas ofrecer eso mismo a las personas que te acompañan en esté camino tan maravilloso llamado vida.

 

Con amor y gratitud, una amiga.

miércoles, 1 de abril de 2020

EN ÉPOCAS DE CAMBIOS




En épocas donde el contacto humano es mal visto, en donde, entre más distancia tomes es mejor, donde un simple catarro da terror porque puede no ser un simple catarro. Justo en estás épocas, seamos más humanos y menos bestias.

Sé que la vida de un momento a otro cambio y como todo, nosotros también hemos estado cambiando junto con ella. Estamos tan preocupados por lo que pueda o no pueda pasar, preocupados por lo que vendrá y lo que cambiará, que hemos estado olvidando un poco lo único seguro que tenemos…Él hoy. 

Justo en estás épocas donde nada está del todo claro, donde unos se unen a la causa y otros van por la vida fingiendo que nada pasa, justo en estás épocas es cuando más se necesita de ti, pero de un tú más consiente, menos ególatra y más amable. 

Olvídate del que dirán, la vida es demasiado corta y como puedes ver, demasiado impredecible, demasiado impredecible para no comer eso que te gusta, para no ver esa película que tanto te hace vibrar, para no aprender un nuevo idioma, para no foto documentar y/o vídeo documentar tus días. La vida es demasiado corta para hacerle caso a los ‘’sin corazón’’ esos que te dicen que no lo hagas, que esa foto, que ese vídeo, ése idioma, eso que tanto te gusta y disfrutas hacer, no lo hagas. La vida es un tronar de dedos, así qué, justo cuando la vida se puso tan impredecible ‘’a dar por culo’’ como dirían los españoles, a todas esas personas que se la viven pendientes de lo que hagas o dejes de hacer. Así que sí, en un mundo donde un virus que evolucionó, llego a nosotros y paso cada frontera que se le vino en gana, se tú y disfruta ser tú. Disfruta de los días contigo y si tienes compañía disfrútala el triple, preocupante cuando tengas que preocuparte y ocúpate después, ocúpate de eso que tienes que hacer, de los pendientes que tienes, de la rutina, de la comida, del estudio y del trabajo, del ocio y los placeres. El mundo allá afuera no dejará de ser lo que es y así mismo, no cambiará nada , aún si te angustias todo el día. Ocúpate de lo que hay en tus manos y no desesperes, no eres un profesional para combatir algo que incluso los expertos aun están comprendiendo, tu ayuda, la más grande que pueda existir y aportar en épocas dónde un virus evolucionó y paso cada frontera que se le vino en gana, es siguiendo indicacione: "Lava tus manos cada tanto, mantén tu sana distancia, desinfecta lo que ingreses a tu casa, no saludes de mano y evita cualquier tipo de contacto físico, si estornudas, que sea de la forma adecuada, no te automediques, no compartas fake news, lee noticias de primera mano y de páginas certificadas, no caigas en pánico y lo más importante, no seas de los que no siguen indicaciones, si te cuidas , cuidas a otros y así esos otros, te cuidan a ti.
En épocas donde el contacto humano es mal visto, donde, entre más distancia tomes es mejor, busca la manera de acercarte a los tuyos y hacerlos sentir cerca tuyo, donde la mejor forma de demostrar amor en épocas de virus es, no acercarte a la persona amada y respetar su espacio. En épocas donde te estás viendo obligado a convivir contigo más de lo que te gustaría o quizás estabas acostumbrado, justo en estás épocas es momento de agradecer lo que tenemos, de la rutina que abraza nuestros días y que aveces no la valoramos como deberíamos, justo hoy, es momento de concientizar y preguntarte ¿Qué estás haciendo hoy para que este día valga la pena recordarlo mañana? y ¿Qué estás haciendo para que la vida que tanto reclamas regrese de nuevo a ti? En épocas de virus, te avisó que no esta todo perdido, estás aquí y hoy puedes hacer algo para que ésto cambie.

martes, 24 de diciembre de 2019

MIEDO













¿Qué es el miedo? ¿porqué lo sentimos?


Creo que el miedo es el sentimiento más humano que existe, de cierta forma, te mantiene alerta a seguir viviendo. Y es justo lo que hacemos día con día, y no me refiero a que de inicio a fin sea lo que nos haga seguir de pie. Me refiero a que este sentimiento nos acompaña en varias partes del día, quizá nos aborda justo cuando despertamos y pedimos porque el día vaya bien, quizás llega antes de externar un pensamiento por miedo al qué dirán, a veces llega repentinamente, justo en ese momento donde extrañamente te sientes tan feliz que crees, que no es del todo normal.
Miedo al fracaso, a finalizar ciclos, miedo a iniciar de cero, miedo, miedo y más miedo.
Justo ahora tengo miedo. Miedo por lo que vendrá, miedo por lo que se ira, miedo a las decisiones que hay que tomar, miedo al peso de cada decisión que hay que tomar, miedo a la nueva persona que sé que seré y conoceré, miedo por los inicios y finales que se acercan, miedo a los ciclos.

El final del año se cerca, y es normal tener miedo, de cierta manera recorriste 365 días a tu ritmo, a tu paso y tiempo y a como se te iba acomodando la vida. Cerrar un ciclo no es cosa fácil, sabes que tuviste que recorrer cada día de forma diferente, de manera inusual, otras lineal y monótona, algunas tantas de forma rutinaria y muchas otras te saliste de tu zona de confort.

Cerrar ciclos no es cosa fácil, puesto que no existe una ventana donde puedas asomarte y ver que te espera a continuación, lo único que tienes seguro es, que nada es seguro. Te prometo que la vida cambia, que lo que creías conocer será distinto con el pasar de los días, y que decir con el pasar de los meses, que el esfuerzo que hiciste ayer, tendrás que reforzarlo de nuevo hoy, pues a la vida le encanta ponerte un nivel arriba del que ya pasaste, que vendrán cosas que posiblemente te sobrepasaran para bien y para mal, que tendrás de nuevo días buenos, días malos y que de nueva cuenta, tendrás que saber lidiar con ellos. Por eso, es normal que nos de medo cada fin de año, porque de alguna manera sabes que viene un cambio por más pequeño que sea, algo que de alguna manera permanece escondido hasta que llega el tan “esperado” fin de año.

Sentimos miedo por lo desconocido, sin darnos cuenta de que daría más miedo el no conocer más de lo que conocemos. Que sería peor no sentir miedo, porque no habría porque sentirlo: no más retos o metas que alcanzar, no más grandes decisiones que tomar, y que decir de animarte hacer cosas que te resulten excitantes, como, probar una nueva comida, subirte a ese juego terrorífico, invitar a la persona que te gusta a salir, salirte de tu empleo, buscar uno nuevo, mudarte de casa solo o acompañado, viajar o iniciar un nuevo proyecto. El miedo, de cierta manera es vital, te hace sentir vivo, y eso de alguna manera es reconfortante. Así que espero que antes de querer iniciar un nuevo año con el pie derecho, te hagas amigo de tus miedos, que los abraces con fuerza y les digas a la cara que, si logran llevarse bien juntos, podrán hacer grandes cosas.

Porque antes de querer iniciar bien un nuevo año, cerciórate de terminar bien esté, porque, justo en éste mismo año fue donde creciste como persona, de la manera más humana posible. Aprendiste que, querer no siempre es poder, que a veces la vida hace una realidad un tanto torcida, que hay amistades que es mejor tener de lejos, mientras que muchas otras son una bendición tenerlas cerca, que hay retos que, aunque parezcan complicados siempre se encuentra la forma de lograrlos, que la vida no es un cuento o esta guionizada, y aunque tu creías que en el siguiente párrafo todo saldría bien, el autor decidió que no, que la trama sería distinta a lo que tu creías . Aprendiste que,  hay cosas que se salen de tus manos y que, aunque parezcan no tener solución en ese momento, después todo marcha bien, que es mejor no guardarse nada dentro y que externar lo que sientes siempre será la mejor opción, que amar no siempre es como lo pintan las películas, que tienes que ser constante para que este fluya de la mejor manera, que el día de ayer no importa si hiciste las cosas bien o mal, que lo importante siempre será el hoy y lo que hagas para dar la mejor versión de ti. Este año te enseño que siempre hubo personas dispuestas a darte una mano amiga, mientras que muchas otras fingieron que no existías, que hay lugares llenos de magia y luz y otros tantos llenos de melancolía y recuerdos. Este año te aseguro que aprendiste más de ti, de tu capacidad de llevar la vida conforme esta se acomodaba a ti y tú a ella.

Así que antes de querer iniciar con el pie derecho un año nuevo, cerciórate de abrazar tus miedos, decirles a la cara que, si logran llevarse bien juntos, lograran grandes cosas, y solo de esta forma terminaras bien el año que sé, te enseño tantas cosas.

¡Felices fiestas!





viernes, 16 de agosto de 2019

¿Te has puesto a pensar en tu funeral?







¿Alguna vez has pensado en tu muerte? o ¿en el día de tu funeral? ¿cómo te gustaría ser recordado? Cómo, una persona ¿feliz? Una persona ¿angustiada? o ¿perezosa? Alguna vez te has preguntado ¿Qué dirán durante tu lecho de muerte? Te gustaría limitarte a que las personas solo hagan comentarios típicos como: “Era una buena persona”.

Creo que pensar en nuestra muerte siempre nos resulta complicado, triste y hasta incomodo, pero ¿Por qué nos incomoda pensar en lo inevitable? De alguna forma, todos vivimos sabiendo que vamos a morir y la única conclusión que puedo derogar es, que nos aterra la idea de la muerte porque muchas veces no sabemos vivir bien; vamos por la vida pensando en que esta será eterna, que nos queda tiempo, pero en realidad tiempo es lo que menos nos queda y, no es que sea pesimista, simplemente veo las cosas como son.

Somos un reloj de arena y cada vez le queda menos arena al contenedor, es por eso que nos da tanto miedo la muerte, porque no sabemos vivir bien, vamos por la vida en automático, siendo la persona que se supone debemos ser, teniendo algún trabajo para tener dinero y comprar lo que necesitamos y si nos va bien, consentirnos con lujos que en algún momento se convertirán en cosas viejas, al igual que nosotros, invertimos tiempo en cosas banales, como discutir con alguien en la calle por que no nos cedió el paso en alguna avenida, reprochando tu mala suerte por no comprarte el carro o teléfono del año, cuando hay gente a tu alrededor que sufre a diario por tener un  pedazo de pan en sus manos. Y, aunque nos cueste aceptarlo, muchos caemos en lo absurdo de ser prostitutos de nuestras vidas, cuando invertimos tiempo en algo que no nos hace felices: escuelas, trabajos, amigos, pareja, libros, películas y vamos por la vida siendo una masa gris caminando por las calles, sin darnos cuenta de que somos una oportunidad de vida que no esta aprovechando a vivirla de manera correcta.  Si reflexionas un poco sobre las actitudes y aptitudes que tomas durante el día ¿es porqué tu quieres tomarlas o porque alguien más espera que las tomes de esa forma? A veces, cuando te das cuenta de que está, posiblemente sea tu única oportunidad de vida y concientizas sobre tu forma de vivir te das cuenta de que realmente en muchas ocasiones, das pena.

¿Te has puesto a pensar, qué dirán de ti el día que fallezcas? Realmente ¿viviste bien? La vida, es aquello que pasa cuando no te das cuenta; creo que la vida se logra disfrutar cuando te das cuenta de que es tu única oportunidad de ser feliz y decides serlo.  

Vive, no para que tu presencia se note, sino, para que tu ausencia se sienta. Nadie es perfecto, hay que tropezar en distintas ocasiones para tener una mejora continua, no hay que ser continuidad de las generaciones pasadas, hay que avanzar y sin en el proceso nos da miedo, entonces, con mayor razón, avanzar más. Que aburrido vivir una vida que no nos pertenece, estar en un trabajo donde pagan bien, pero que la pasamos terriblemente mal, estudiar una carrera para enorgullecer a alguien, pero que nos hace avergonzarnos de nosotros mismos, decir “te amo” y no sentirlo, besar a alguien y no quererlo, estar con alguien que no te llena o por remplazo de otro alguien,  guardar resentimientos, traiciones y hacernos daño a nosotros mismos, recuerda “El odio y el rencor, solo hace daño a quien lo siente” perdona, y sin en le proceso de perdonar dejas rastro de tu sufrimiento, quedaran huellas de que intentaste algo importante y que gracias a esto evolucionaste.

La muerte será terrible solo si decides tener una vida que no es tuya, ríete con ganas, ama con todas tus fuerzas, llorar hasta secarte, grita fuerte hasta quedarte sin voz, rodéate de personas buenas que te hagan sentir parte de algo extraordinario y aléjate de aquellas que te produzcan malestar, olvídate de los egos: quién es más - quién es menos ¿A caso importa? El ego es traicionero y te aleja de las personas correctas, de oportunidades que solo se dan una vez en la vida, aprende a decir “perdón” cuando sea necesario, da las gracias, por que sí, porque es rico bendecir lo que pasa a tu alrededor, no te avergüences de pronunciar la palabra “te amo”, pero dila, siempre y cuando realmente la sientas. No des las cosas por hecho, algunas personas no saben que las amas y es importante recordárselo; no temas a realizar alguna pregunta, como diría mi abuelo: “No hay preguntas estúpidas, solo estúpidos que no preguntan”. Respeta y serás respetado, se honesto y habrá honestidad en tu vida, ayuda, y no por que en algún momento se te regrese el “favor”.

Alguna vez escuche, que en el mundo hay gente allá afuera que esta luchando porque este mundo, sea peor; espero que seas de los que luchan porque este, sea un lugar mejor.
La vida, fuera de filosofías, es un regalo y espero que sepas aprovecharlo, para que el día de mañana no te de miedo pensar en tu muerte, porque de alguna manera sabrás, que viviste como tu querías y fuiste feliz por ello.

Y ahora ¿te has puesto pensar en tu funeral? ¿En qué fuiste y que parte de ti le dejaras a tus personas amadas? A veces no hay segundas oportunidades, empieza hoy.

lunes, 11 de septiembre de 2017

QUISIERA











Quisiera regresar al tiempo cuando el corazón no dolía, la herida no se hacía y la cicatriz no existía.
Donde los tiempos no eran difíciles, donde la vida no pesaba con cada paso, donde el tiempo no era subestimado. Donde los buenos tiempos se resumían en juegos donde fingías ser mayor, sin saber realmente que ser mayor, traía consigo mucho peso y responsabilidad encima.
Quisiera regresar el tiempo y encontrarme con la versión más pequeña de mí, decirme a la cara que vaya lento, que no hay prisa, que ría más de lo que recuerdo que reí, que disfrute más de la felicidad sin tanta mediocridad de mentiras, decepciones y desilusiones. Que vaya lento, pero muy lento. Que la vida pasa y ni cuenta te das, que el tiempo corre sin importar si no corres tú también.
Quisiera volver el tiempo y volver a sentir, que es, no tener el corazón cuarteado o partido por la mitad. Quisiera volver al tiempo, y sentir de nuevo el corazón latir sin tanta dificultad. Sonreír sin dolor, hablar sin comer palabras y pensar sin tener que callarlo.
Quisiera regresar al tiempo y tener una larga conversación conmigo misma. Compartir la sabiduría que sabría, aun no tendría. Advertirle de los tiempos difíciles a los que sé, se va a enfrentar y decirle cosas que en su tiempo, me habría sentado bien escuchar. Tomar mi mano y decirle que no se angustié con uno que otro detalle, que no era para angustiarse. Que todo pasa por algo, y aunque ese algo, no lo entenderá hasta muchos después, que tome las cosas con calma. Quisiera poder advertirle del corazón y su función. Quisiera hablarle de las lluvias que se aproximan para que pueda tomar las cosas con más madures o para que simplemente, pueda evitar circunstancias que hoy en día, me hacen escribir.
Quisiera advertirle de los días grises, decirle que, aunque parezcan interminablemente crueles, se necesitan muchas veces para valorar lo bueno que tenemos, que no se estanque en eso, que ya pasará, y que en lo que eso pasa, disfrute también de estar triste aunque cueste un poco.
Quisiera también decirle de los días buenos que se aproximan, que disfrute de cada uno de ellos. Ya que, aquella frase que dice: “Disfruta tu día como si fuera el último que tendrás”, es verdad. Porque, aunque puede que no sea el último. Ese momento, jamás, aunque  trates una y otra vez de  recrearlo, jamás, se volverá a repetir.
Quisiera regresar el tiempo y decirle que todo estará bien, porque después de hablar con su “Yo mayor”, sabrá tomar decisiones más acertadas, menos complicadas y menos dolorosas. Que me tiene a mí, y que juntas vamos  afrontar cada obstáculo que venga. Y del corazón… Sé que algunas cosas las querrá vivir, pero al menos ya sabrá que hacer y que evitar.
Quisiera regresar al tiempo cuando el corazón no dolía, la herida no se hacía y la cicatriz no existía.
Quisiera hablarle de las lluvias que se aproximan para que pueda tomar las cosas con más madures o para que simplemente, pueda evitar circunstancias que hoy en día, me hacen escribir.
Pero así es la vida… Como flores.

Llena de colores y temporadas, donde uno se marchita y como las flores, a veces se necesita de la tormenta, para volver a renacer. 

miércoles, 28 de diciembre de 2016

PUDISTE CON ESTE, PODRÁS CON EL QUE VIENE! 💗







Es terrible fingir que estas bien cuando no lo estas, es terrible sonreír cuando lo único que quieres es llorar, es terrible callar tus sentimientos, es terrible callar lo que realmente sientes con la sociedad porque ellos jamás entenderán cuál miserable puedes llegar a sentirte por situaciones mínimas o grandes. Es terrible callarte cuando lo único que deseas es gritar, es terrible tener que quedarte, cuando lo único que quieres es huir. Es terrible ser la persona que todos quieren de ti, y no ser lo que tú realmente quieres ser. Es terrible ser un estereotipo ¿no? Por eso este año que viene te invito a que no te calles cuando quieres hablar, que no te contengas cuando quieras gritar, que no te retengas una risa o no explotes en llanto. Te invito a correr lejos cuando no quieras quedarte, te invito alzar la voz cuando no estés de acuerdo con algo, te invito a que te diviertas como si no hubiera un mañana, que te diviertas como cuando eras un infante y no te importaba si las personas pensaban que eras un tonto por comportarte de tal forma ¡Diviértete! Ya habrá más días para arrepentimientos y muchos otros para decir ¡Que va, lo hice y me sentí feliz!  Te invito a que duermas más de ocho horas y te quedes todo un día en pijama, te invito a que madrugues y veas el amanecer. Te invito a que no duermas y te vayas en vivo a cualquier lado, te invito a que te duermas temprano y veas lo rico que es dormir tus horas.
Te invito a que te enojes y saques toda tu furia en un fuerte grito. Te invito a que seas un antisocial y disfrutes de tu soledad. Te invito a que salgas con tus amigos a cualquier lugar, te invito a que convivas más con tu familia. Te invito a que te des la oportunidad de enamorarte y amar locamente, ya que es de la única forma en la que se puede disfrutar al amor. Te invito a que no tengas miedo y te entregues en cuerpo y alma por esa persona, al fin de cuentas ¿De qué sirve amar a medias?  Te invito que llores cuando quieras llorar y por los motivos que quieras hacerlo. No importa si es por una escena de una película, si es por un desamor, si es porque no pudiste ir o comparar aquello que tanto querías y/o en el peor de los casos (espero que sea por lo último que llores) La pérdida de un ser amado.
Llora por lo que tengas que llorar, y saca de ti eso que no te deja ser feliz. Te invito a que también llores de felicidad, que llores de tanto amor que sientes, que llores por entusiasmo, que llores por asombro, que llores incluso sin saber exactamente por qué.
Te invito a que escuches el género de música que más te guste, que repitas esa canción una y otra vez hasta que quedes harto de ella. A que bailes y hagas el ridículo por sentir la música en todo el cuerpo. Te invito a que bailes una pieza lenta y que lo hagas con la persona que te gusta o amas. Te invito a que comas aquello que tanto te gusta, que comas aquello que no te gusta, pero que le hace bien a tu salud. Te invito a que te des la oportunidad de probar nuevos alimentos. También te invito a que cocines y hagas tus propias creaciones. Te invito a que comas solo y que si comes en compañía, te invito a que seas compartido. Te invito a que des las gracias por los alimentos que estas ingiriendo y así mismo las manos que prepararon los mismos. Te invito a que te animes hacer eso que siempre has querido y que por una u otra cosa no lo has hecho. Te invito a que seas más extrovertido. Te invito a que seas más precavido. Te invito a no tener miedo. Te invito a que trabajes en algo que te gusta y que no lo hagas solo por dinero, y si lo haces por dinero, te invito que te escapes de vez en cuando lejos de ese martirio. Te invito hacer cambios en tu vida y en tu persona. Que no te quedes con ganas de hacerte ese corte de cabello, de teñírtelo o de hacerte ese tatuaje o piercing que tanto quieres. Recuerda que el que se hará el cambio eres tú, no aquella persona que te dice que no lo hagas. Te invito a que leas todos los libros que sean posibles, no importa el autor, el género o el número de páginas. Lee y piérdete un rato en la lectura. También te invito a que escribas. Que escribas sobre ti, sobre el clima, sobre lo que te duele o lo que te gusta, que escribas sobre tu vida y tus vivencias, que escribas sobre cualquier cosa, pero escribe. Te invito a que este año te fijes más en los pequeños detalles que te ofrece el mundo. Que mires a tú alrededor y disfrutes de las nubes, de los pájaros, de la lluvia y hasta del mal clima. Te invito a que te perdones. Que te perdones de aquello que no hiciste, que no dijiste. De aquello que hiciste o no hiciste. De aquello que paso o que no paso. Perdónate y amate que no hay ser más maravilloso que tú. Y así como te invito a que te perdones, perdona. Perdona aquello que te dijo o que no te dijo, que hizo o que no te hizo. No hay mejor regalo que el perdón, porque al fin de cuentas, al único que le hará daño cargar con eso, será a ti y a nadie más que a ti. Te invito a que te ames y dejes ese rencor que posiblemente alguna vez sentiste o sientes hacía ti. Amate física y mentalmente. Pues no hay otro ser humano que te iguale o se parezca a ti y eso te hace hermosamente perfecto. Te invito que este año no seas un estereotipo o un estigma más.  No importa tu sexo, tu género, tus preferencias, tus gustos, tu religión o nacionalidad. No seas lo que otros quieren y por primera vez, se lo que realmente te grita tu ser y tu espíritu.

Te invito a que vivas y no vayas en automático.

Pudiste con este año. Sé que podrás con el que viene.
¡FELICES FIESTAS!