jueves, 13 de agosto de 2015

TIENE QUE SER..









Todos creen que el amor es algo fácil, concreto.
Sin embargo, no lo es.
Es algo aun, más profundo, que si te llega realmente, no lo puedes sacar de ti ni un segundo.
No cuando realmente lo sientes verdadero.
No cuando realmente toco no solo tu corazón, si no tu alma entera.
Cuando se está tanto tiempo que alguien y compartes una infinidad de momentos con esa persona, es casi imposible poder olvidarlo.
No cuando tienen una bella colección de recuerdos.
No cuando pusiste tú alma en ello o al menos invertiste tú tiempo, tú persona al permitir vivir tantas cosas con ese ser especial.
El peor error del ser humano es, quererse sacar de la mente lo que no ha salido del corazón.
Eso es un error fatal.
Tratas de convencerte que ya no está más
te convences incluso que todo estará bien
Incluso, inviertes tu alma a sobre llevar ese pequeño duelo sin muerte.
Tratando de salir a delante, convenciéndote que puedes recuperar la mitad de persona que quedo contigo, pues la otra mitad se la quedo con aquel ser divino.
Y empiezas.
Empiezas por despertarte por las mañanas obligándote a no pensarlo más, obligándote a no revisar tú móvil esperando ver un mensaje suyo.
Después te levantas, caminas dirigiéndote a tomar una ducha, preparándote mentalmente a obligarte a no pensarlo mientas el agua recorre tu cuerpo desnudo.
Sales, creyéndote triunfador al pensar que lo has logrado.
Cuando en realidad, en lo único que pensabas era en no pensarlo, y al pensar en no pensarlo lo pensaste.
Iluso/a, lo describiría yo.
Caminas hacia la puerta, quizás miraste a tu alrededor para revisar si tu casa estaba en orden, si no dejaste la estufaba prendida o algún objeto eléctrico conectado, pues temes pase una catástrofe al salir de casa.
Te percatas que todo está en perfectas condiciones, sin embargo, olvidas que la única gran catástrofe, lo único mal que olvidaste de revisar, eres tú mismo.
Y sales.
Tomas el primer bus que llega, colocas tus oraculares, un derecho un izquierdo.
Y te dedicas a mirar por la ventana.
La música te recuerda un sinfín de cosas crueles y tan felices a la vez.
Que lo único que esperas, es mirar justo por el cristal y ver a esa figurilla que tan bien conoces, caminando por las calles.
Pero no está. Solo lo imaginas y eso en cierto modo, duele.
En las entrañas y en el hueso.
Justo en el tuétano del corazón. Pero finges estar bien y cambias la canción.
No amigo mío.
El amor es algo que no se olvida, no cuando te hizo sentir tantas cosas.
Estoy de acuerdo, que aún no he muerto como dijeron alguna vez mis allegados.
Por amor no se muere, pero puedes incluso sentir, que así lo fuera.
Buscas su rostro en otras caras
Su aroma en otras pieles.
Incluso tratas de oír su risa en otros labios.
Pero es imposible.
Su presencia  es difana en tu entorno, y su ausencia a veces un poco fugaz.
No esta físicamente, pero está justo en la mente.
No todo el tiempo lo piensas, claro está.
No cada segundo o minuto del día, sin embargo, en el transcurso del día lo piensas.
No todo el tiempo, pero vaya que lo haces.
Y te das cuenta que no.
Aun no estas lista/o para entregarlo todo nuevamente, pues fue devastador la última vez que lo hiciste.
Intentas retroceder para poder llegar al punto donde empezó todo y poder darte cuenta, en que momento fue en el que te perdiste.
La verdad es, que es inútil.
Estoy de acuerdo en que puedas llegar a enamorarte nuevamente, cabe la posibilidad de que puedas llegar hacerlo.
Es solo que para que puedas llegar hacerlo tienes que tomar tu tiempo.
Físicamente no estarás herido, pero tu ser espiritual tiene muchas llagas y heridas abiertas
algunas aún se encuentran sangrando, otras cicatrizando…
Pero creme amigo mío. Ninguna herida sana sin dejar cicatriz.
Así que toma su tiempo, poderlo hacerlo.
Pues recuerda que si fuiste aquel, que entrego todo, a tal punto de entregar la mitad de sí mismo
tardaras un poco más en poder recuperarte.
Pues la mitad de ti mismo, sigue allá
Justo donde pensaste que se iba a quedar.
Y recuperar la mitad de algo que esta tan lejos, es difícil más no imposible.
No digo que no se puede volver a enamorar.
Es solo que tu ser quedara tan derrumbado, que tristemente querrá en automático, tomar precauciones, medidas y construir barreras.
Una tras la otra, con enjambre y fuertes muros.
No amigo mío.
Olvidar algo que duro tanto, no es como tomarse una taza de café.
Y  de nada sirve haber sacado algo, que del corazón no puse un pie fuera.
El amor es así.
Confuso, dramático, doloroso, intrigante
pero vaya que es hermoso.
Así que si, bendito sea aquel, que sufre por amor.
Bendito sea aquel que lo tenga.
Y bendito sea aquel, que guarde uno, como su mayor tesoro.
Porque el amor es así.
Un fuerte golpe de aleluya, cantado por ángel y arcángeles.
Que aunque algunas veces te hagan sentir que tocas las llamas del mismo infierno.
En realidad, solo estas a un paso del cielo.
No maldigo aquellos amores que han tocado mi vida.
Tampoco aquellos que se fueron de ella.
Porque de no haber sonreído bajo su cielo, quizás seguiría recostada en la tierra.
El amor no es algo que se olvide o se supere.
El amor es algo que se guarda para uno mismo.
Y si tienes la suerte.
El amor es algo que compartes a lado de alguien más.
Ojala no sea la mitad o el complemento de lo que tú eres.
Ojala sea todo aquello que creías no existía.

El amor no es algo que se olvide o se supere.
El amor es algo que se guarda para uno mismo.
Tiene que ser…

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