¿Qué es el miedo? ¿porqué lo sentimos?
Creo que el miedo es el
sentimiento más humano que existe, de cierta forma, te mantiene alerta a seguir
viviendo. Y es justo lo que hacemos día con día, y no me refiero a que de
inicio a fin sea lo que nos haga seguir de pie. Me refiero a que este
sentimiento nos acompaña en varias partes del día, quizá nos aborda justo
cuando despertamos y pedimos porque el día vaya bien, quizás llega antes de
externar un pensamiento por miedo al qué dirán, a veces llega repentinamente,
justo en ese momento donde extrañamente te sientes tan feliz que crees, que no
es del todo normal.
Miedo al fracaso, a finalizar ciclos,
miedo a iniciar de cero, miedo, miedo y más miedo.
Justo ahora tengo miedo. Miedo
por lo que vendrá, miedo por lo que se ira, miedo a las decisiones que hay que
tomar, miedo al peso de cada decisión que hay que tomar, miedo a la nueva
persona que sé que seré y conoceré, miedo por los inicios y finales que se
acercan, miedo a los ciclos.
El final del año se cerca, y es
normal tener miedo, de cierta manera recorriste 365 días a tu ritmo, a tu paso
y tiempo y a como se te iba acomodando la vida. Cerrar un ciclo no es cosa
fácil, sabes que tuviste que recorrer cada día de forma diferente, de manera
inusual, otras lineal y monótona, algunas tantas de forma rutinaria y muchas
otras te saliste de tu zona de confort.
Cerrar ciclos no es cosa fácil,
puesto que no existe una ventana donde puedas asomarte y ver que te espera a continuación,
lo único que tienes seguro es, que nada es seguro. Te prometo que la vida cambia,
que lo que creías conocer será distinto con el pasar de los días, y que decir con
el pasar de los meses, que el esfuerzo que hiciste ayer, tendrás que reforzarlo
de nuevo hoy, pues a la vida le encanta ponerte un nivel arriba del que ya
pasaste, que vendrán cosas que posiblemente te sobrepasaran para bien y para
mal, que tendrás de nuevo días buenos, días malos y que de nueva cuenta,
tendrás que saber lidiar con ellos. Por eso, es normal que nos de medo cada fin
de año, porque de alguna manera sabes que viene un cambio por más pequeño que
sea, algo que de alguna manera permanece escondido hasta que llega el tan
“esperado” fin de año.
Sentimos miedo por lo
desconocido, sin darnos cuenta de que daría más miedo el no conocer más de lo
que conocemos. Que sería peor no sentir miedo, porque no habría porque
sentirlo: no más retos o metas que alcanzar, no más grandes decisiones que
tomar, y que decir de animarte hacer cosas que te resulten excitantes, como,
probar una nueva comida, subirte a ese juego terrorífico, invitar a la persona
que te gusta a salir, salirte de tu empleo, buscar uno nuevo, mudarte de casa
solo o acompañado, viajar o iniciar un nuevo proyecto. El miedo, de cierta
manera es vital, te hace sentir vivo, y eso de alguna manera es reconfortante.
Así que espero que antes de querer iniciar un nuevo año con el pie derecho, te
hagas amigo de tus miedos, que los abraces con fuerza y les digas a la cara que,
si logran llevarse bien juntos, podrán hacer grandes cosas.
Porque antes de querer iniciar bien
un nuevo año, cerciórate de terminar bien esté, porque, justo en éste mismo año
fue donde creciste como persona, de la manera más humana posible. Aprendiste
que, querer no siempre es poder, que a veces la vida hace una realidad un tanto
torcida, que hay amistades que es mejor tener de lejos, mientras que muchas
otras son una bendición tenerlas cerca, que hay retos que, aunque parezcan
complicados siempre se encuentra la forma de lograrlos, que la vida no es un
cuento o esta guionizada, y aunque tu creías que en el siguiente párrafo todo
saldría bien, el autor decidió que no, que la trama sería distinta a lo que tu
creías . Aprendiste que, hay cosas que se
salen de tus manos y que, aunque parezcan no tener solución en ese momento, después
todo marcha bien, que es mejor no guardarse nada dentro y que externar lo que sientes
siempre será la mejor opción, que amar no siempre es como lo pintan las películas,
que tienes que ser constante para que este fluya de la mejor manera, que el día
de ayer no importa si hiciste las cosas bien o mal, que lo importante siempre
será el hoy y lo que hagas para dar la mejor versión de ti. Este año te enseño
que siempre hubo personas dispuestas a darte una mano amiga, mientras que muchas
otras fingieron que no existías, que hay lugares llenos de magia y luz y otros
tantos llenos de melancolía y recuerdos. Este año te aseguro que aprendiste más
de ti, de tu capacidad de llevar la vida conforme esta se acomodaba a ti y tú a
ella.
Así que antes de querer iniciar con
el pie derecho un año nuevo, cerciórate de abrazar tus miedos, decirles a la
cara que, si logran llevarse bien juntos, lograran grandes cosas, y solo de
esta forma terminaras bien el año que sé, te enseño tantas cosas.
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