martes, 24 de diciembre de 2019

MIEDO













¿Qué es el miedo? ¿porqué lo sentimos?


Creo que el miedo es el sentimiento más humano que existe, de cierta forma, te mantiene alerta a seguir viviendo. Y es justo lo que hacemos día con día, y no me refiero a que de inicio a fin sea lo que nos haga seguir de pie. Me refiero a que este sentimiento nos acompaña en varias partes del día, quizá nos aborda justo cuando despertamos y pedimos porque el día vaya bien, quizás llega antes de externar un pensamiento por miedo al qué dirán, a veces llega repentinamente, justo en ese momento donde extrañamente te sientes tan feliz que crees, que no es del todo normal.
Miedo al fracaso, a finalizar ciclos, miedo a iniciar de cero, miedo, miedo y más miedo.
Justo ahora tengo miedo. Miedo por lo que vendrá, miedo por lo que se ira, miedo a las decisiones que hay que tomar, miedo al peso de cada decisión que hay que tomar, miedo a la nueva persona que sé que seré y conoceré, miedo por los inicios y finales que se acercan, miedo a los ciclos.

El final del año se cerca, y es normal tener miedo, de cierta manera recorriste 365 días a tu ritmo, a tu paso y tiempo y a como se te iba acomodando la vida. Cerrar un ciclo no es cosa fácil, sabes que tuviste que recorrer cada día de forma diferente, de manera inusual, otras lineal y monótona, algunas tantas de forma rutinaria y muchas otras te saliste de tu zona de confort.

Cerrar ciclos no es cosa fácil, puesto que no existe una ventana donde puedas asomarte y ver que te espera a continuación, lo único que tienes seguro es, que nada es seguro. Te prometo que la vida cambia, que lo que creías conocer será distinto con el pasar de los días, y que decir con el pasar de los meses, que el esfuerzo que hiciste ayer, tendrás que reforzarlo de nuevo hoy, pues a la vida le encanta ponerte un nivel arriba del que ya pasaste, que vendrán cosas que posiblemente te sobrepasaran para bien y para mal, que tendrás de nuevo días buenos, días malos y que de nueva cuenta, tendrás que saber lidiar con ellos. Por eso, es normal que nos de medo cada fin de año, porque de alguna manera sabes que viene un cambio por más pequeño que sea, algo que de alguna manera permanece escondido hasta que llega el tan “esperado” fin de año.

Sentimos miedo por lo desconocido, sin darnos cuenta de que daría más miedo el no conocer más de lo que conocemos. Que sería peor no sentir miedo, porque no habría porque sentirlo: no más retos o metas que alcanzar, no más grandes decisiones que tomar, y que decir de animarte hacer cosas que te resulten excitantes, como, probar una nueva comida, subirte a ese juego terrorífico, invitar a la persona que te gusta a salir, salirte de tu empleo, buscar uno nuevo, mudarte de casa solo o acompañado, viajar o iniciar un nuevo proyecto. El miedo, de cierta manera es vital, te hace sentir vivo, y eso de alguna manera es reconfortante. Así que espero que antes de querer iniciar un nuevo año con el pie derecho, te hagas amigo de tus miedos, que los abraces con fuerza y les digas a la cara que, si logran llevarse bien juntos, podrán hacer grandes cosas.

Porque antes de querer iniciar bien un nuevo año, cerciórate de terminar bien esté, porque, justo en éste mismo año fue donde creciste como persona, de la manera más humana posible. Aprendiste que, querer no siempre es poder, que a veces la vida hace una realidad un tanto torcida, que hay amistades que es mejor tener de lejos, mientras que muchas otras son una bendición tenerlas cerca, que hay retos que, aunque parezcan complicados siempre se encuentra la forma de lograrlos, que la vida no es un cuento o esta guionizada, y aunque tu creías que en el siguiente párrafo todo saldría bien, el autor decidió que no, que la trama sería distinta a lo que tu creías . Aprendiste que,  hay cosas que se salen de tus manos y que, aunque parezcan no tener solución en ese momento, después todo marcha bien, que es mejor no guardarse nada dentro y que externar lo que sientes siempre será la mejor opción, que amar no siempre es como lo pintan las películas, que tienes que ser constante para que este fluya de la mejor manera, que el día de ayer no importa si hiciste las cosas bien o mal, que lo importante siempre será el hoy y lo que hagas para dar la mejor versión de ti. Este año te enseño que siempre hubo personas dispuestas a darte una mano amiga, mientras que muchas otras fingieron que no existías, que hay lugares llenos de magia y luz y otros tantos llenos de melancolía y recuerdos. Este año te aseguro que aprendiste más de ti, de tu capacidad de llevar la vida conforme esta se acomodaba a ti y tú a ella.

Así que antes de querer iniciar con el pie derecho un año nuevo, cerciórate de abrazar tus miedos, decirles a la cara que, si logran llevarse bien juntos, lograran grandes cosas, y solo de esta forma terminaras bien el año que sé, te enseño tantas cosas.

¡Felices fiestas!





viernes, 16 de agosto de 2019

¿Te has puesto a pensar en tu funeral?







¿Alguna vez has pensado en tu muerte? o ¿en el día de tu funeral? ¿cómo te gustaría ser recordado? Cómo, una persona ¿feliz? Una persona ¿angustiada? o ¿perezosa? Alguna vez te has preguntado ¿Qué dirán durante tu lecho de muerte? Te gustaría limitarte a que las personas solo hagan comentarios típicos como: “Era una buena persona”.

Creo que pensar en nuestra muerte siempre nos resulta complicado, triste y hasta incomodo, pero ¿Por qué nos incomoda pensar en lo inevitable? De alguna forma, todos vivimos sabiendo que vamos a morir y la única conclusión que puedo derogar es, que nos aterra la idea de la muerte porque muchas veces no sabemos vivir bien; vamos por la vida pensando en que esta será eterna, que nos queda tiempo, pero en realidad tiempo es lo que menos nos queda y, no es que sea pesimista, simplemente veo las cosas como son.

Somos un reloj de arena y cada vez le queda menos arena al contenedor, es por eso que nos da tanto miedo la muerte, porque no sabemos vivir bien, vamos por la vida en automático, siendo la persona que se supone debemos ser, teniendo algún trabajo para tener dinero y comprar lo que necesitamos y si nos va bien, consentirnos con lujos que en algún momento se convertirán en cosas viejas, al igual que nosotros, invertimos tiempo en cosas banales, como discutir con alguien en la calle por que no nos cedió el paso en alguna avenida, reprochando tu mala suerte por no comprarte el carro o teléfono del año, cuando hay gente a tu alrededor que sufre a diario por tener un  pedazo de pan en sus manos. Y, aunque nos cueste aceptarlo, muchos caemos en lo absurdo de ser prostitutos de nuestras vidas, cuando invertimos tiempo en algo que no nos hace felices: escuelas, trabajos, amigos, pareja, libros, películas y vamos por la vida siendo una masa gris caminando por las calles, sin darnos cuenta de que somos una oportunidad de vida que no esta aprovechando a vivirla de manera correcta.  Si reflexionas un poco sobre las actitudes y aptitudes que tomas durante el día ¿es porqué tu quieres tomarlas o porque alguien más espera que las tomes de esa forma? A veces, cuando te das cuenta de que está, posiblemente sea tu única oportunidad de vida y concientizas sobre tu forma de vivir te das cuenta de que realmente en muchas ocasiones, das pena.

¿Te has puesto a pensar, qué dirán de ti el día que fallezcas? Realmente ¿viviste bien? La vida, es aquello que pasa cuando no te das cuenta; creo que la vida se logra disfrutar cuando te das cuenta de que es tu única oportunidad de ser feliz y decides serlo.  

Vive, no para que tu presencia se note, sino, para que tu ausencia se sienta. Nadie es perfecto, hay que tropezar en distintas ocasiones para tener una mejora continua, no hay que ser continuidad de las generaciones pasadas, hay que avanzar y sin en el proceso nos da miedo, entonces, con mayor razón, avanzar más. Que aburrido vivir una vida que no nos pertenece, estar en un trabajo donde pagan bien, pero que la pasamos terriblemente mal, estudiar una carrera para enorgullecer a alguien, pero que nos hace avergonzarnos de nosotros mismos, decir “te amo” y no sentirlo, besar a alguien y no quererlo, estar con alguien que no te llena o por remplazo de otro alguien,  guardar resentimientos, traiciones y hacernos daño a nosotros mismos, recuerda “El odio y el rencor, solo hace daño a quien lo siente” perdona, y sin en le proceso de perdonar dejas rastro de tu sufrimiento, quedaran huellas de que intentaste algo importante y que gracias a esto evolucionaste.

La muerte será terrible solo si decides tener una vida que no es tuya, ríete con ganas, ama con todas tus fuerzas, llorar hasta secarte, grita fuerte hasta quedarte sin voz, rodéate de personas buenas que te hagan sentir parte de algo extraordinario y aléjate de aquellas que te produzcan malestar, olvídate de los egos: quién es más - quién es menos ¿A caso importa? El ego es traicionero y te aleja de las personas correctas, de oportunidades que solo se dan una vez en la vida, aprende a decir “perdón” cuando sea necesario, da las gracias, por que sí, porque es rico bendecir lo que pasa a tu alrededor, no te avergüences de pronunciar la palabra “te amo”, pero dila, siempre y cuando realmente la sientas. No des las cosas por hecho, algunas personas no saben que las amas y es importante recordárselo; no temas a realizar alguna pregunta, como diría mi abuelo: “No hay preguntas estúpidas, solo estúpidos que no preguntan”. Respeta y serás respetado, se honesto y habrá honestidad en tu vida, ayuda, y no por que en algún momento se te regrese el “favor”.

Alguna vez escuche, que en el mundo hay gente allá afuera que esta luchando porque este mundo, sea peor; espero que seas de los que luchan porque este, sea un lugar mejor.
La vida, fuera de filosofías, es un regalo y espero que sepas aprovecharlo, para que el día de mañana no te de miedo pensar en tu muerte, porque de alguna manera sabrás, que viviste como tu querías y fuiste feliz por ello.

Y ahora ¿te has puesto pensar en tu funeral? ¿En qué fuiste y que parte de ti le dejaras a tus personas amadas? A veces no hay segundas oportunidades, empieza hoy.